"La diplomacia pontificia es esencialmente espiritual", "Los nuncios apostólicos reciben las instrucciones de promover todo lo que atañe a la paz y la

SANTO DOMINGO.- El Nuncio Apostólico en la República Dominicana, Jósef Wesolowsky, proclamó anoche que la diplomacia pontificia es esencialmente espiritual y que todo lo que en ella pueda considerarse político, "no tiene en realidad un sentido secular, mundano, sino religioso".Sostuvo que la diplomacia vaticana quiere ser un instrumento dócil y una interpretación fiel de las preocupaciones del Santo Padre que es el Vicario de Cristo en la tierra con la finalidad de crear una sociedad más humana y más justa.El Decano del Cuerpo Diplomático y Consular en el país habló en estos términos al pronunciar una conferencia magistral en el auditorio de la Escuela Diplomática y Consular Doctor Eduardo Latorre, de la Secretaría de Relaciones Exteriores, que contó con la asistencia del canciller Carlos Morales Troncoso.Explicó que los países que tienen plenas relaciones diplomáticas con la Santa Sede son 175 más la Soberana Orden Militar de Malta, las misiones especiales de la Federación Rusa y de la Organización por la Liberación de Palestina, además de la representación que posee ante 15 organismos internacionales.No obstante, precisó que el personal diplomático de la Santa Sede es reducido porque los nuncios apostólicos son sólo 101 que trabajan junto a 140 eclesiásticos subalternos, siendo concurrentes en distintos países."Los nuncios apostólicos reciben las instrucciones de promover todo lo que atañe a la paz y la cooperación entre la gente", resaltó Wesolowsky para luego destacar que están llamados a jugar un papel estelar en la defensa del modelo cristiano de la familia, la dignidad de la persona humana, los emigrantes y los refugiados.Dijo que la primera función del representante pontificio es la de ser instrumento de unidad eclesial, tratando de lograr que los vínculos de unidad entre la Sede Apostólica y las Iglesias particulares sean cada vez más firmes y eficaces.Manifestó que los nuncios apostólicos están llamados a conocer bien la situación de la iglesia local de forma que el Santo Padre pueda desarrollar del mejor modo posible su ministerio; además de mantener unas relaciones armoniosas entre la Iglesia y el Estado.