La condena le fue impuesta ayer por el juez federal Mallon Faircloth que además castigo a otros cinco activistas de derechos civiles que junto al reverendo hispano cruzaron la valla de seguridad tratando de penetrar a las instalaciones del Fuerte Bennning donde opera la academia que ha formado dictadores militares latinoamericanos.
El juicio concluyó ayer en la mañana. Los otros sentenciados son Theresa Cusimano, Kristin Hola, Diane Pinchot, Al Simmons y Louis Wolf. Todos fueron enviados a prisión a cumplir la misma pena que el padre Barrios, pero las multas difieren en los montos oscilando entre los $250 hasta $1,000 dólares.
En una carta enviada al magistrado fechada 26 de enero de este año Barrios le dice al magistrado federal que admitía su responsabilidad en cruzar la valla del fuerte, pero “soy culpable de ser un transgresor de cualquier ley que pretenda justificar la injusticia de opresión, exclusión o asesinato y lo hago porque estas no son leyes”.
El sacerdote le explica al juez el origen de su iglesia San Romero de Las Américas fundada con ese nombre en memoria del obispo salvadoreño Oscar Romero asesinado por su defensa a los derechos civiles, luego de un sermón en el que pidió al ejército que detuviera la matanza contra el pueblo.
“Su asesinato fue ejecutado por graduados en la Escuela de Las Américas y con la bendición del gobierno de los Estados Unidos”, le manifiesta el sacerdote al juez federal. “Mi meditación para ese día mientras cruzaba hacia el Fuerte Bennig fue y sigue siendo: ojalá este sacrificio individual se convierta en una ética espiritual hacia la colectividad”.
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