Las razones de la suspensión gravitan entre "el cielo" por lograr un consenso para definir la posición de partido ante la Cumbre, según las declaraciones del presidente del PRD, y "el infierno" de las acusaciones de irresponsabilidad política dirigidas desde los predios del grupo que lidera el ex candidato presidencial Miguel Vargas Maldonado.
Ramón Alburquerque aseguró que la cancelación del encuentro se produjo atendiendo a una falta de "consenso y armonía".
"Nosotros como dirigentes tenemos el mandato y la obligatoriedad de hacer reuniones constructivas, cuando vemos que no hay consenso en un tema delicado la posponemos una y cuantas veces sea necesario", explicó, al ser entrevistado en un programa radial.
Sostuvo que la decisión fue tomada tras un encuentro de una media hora con dirigentes altos e integrantes de la dirección del partido.
Más tarde en una nota oficial, el PRD señaló que se dará tiempo para lograr un consenso que, posteriormente, será dado a conocer a través de un documento donde se establecerán los condiciones que consideran deben primar para que la Cumbre se revista de credibilidad.
Mientras que Carlos Gabriel García, miembro del equipo de Vargas Maldonado, acusó a Alburquerque de propiciar al "descrédito público" del PRD y de irresponsabilidad al no asumir una posición ante la Cumbre.
'España boba'
Para la dirigente perredeísta Ivelisse Prats, la situación actual del PRD es parecida a una "España Boba" -período entre 1809 a 1821 en que España desatendió la administración de la entonces colonia de Santo Domingo-, y que existe la necesidad de que el partido salga de ésto para hacer una oposición firme frente al Gobierno. Consideró, además, que las "situaciones de confusión, de mañas, de leernos las cartas entre gitanos", podrían ser acciones propias de la cúpula del PRD, pero que "no representa el sentir ni el actuar de las bases".
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